Desde hace más de 70 años, Arai está obsesionada con la seguridad. El fundador de la empresa, Hirotake Arai, era un fabricante de sombreros, pero también un entusiasta de la conducción.
En la década de 1950 no había fabricantes de cascos en Japón y, como este país era un mercado cerrado, era muy difícil conseguir un casco de seguridad adecuado. Sin normas legales y sin fabricantes de cascos, después de unas cuantas caídas Hirotake Arai supo que quería un buen casco para su propia seguridad y la de sus amigos. Este fue el inicio de Arai como empresa de fabricación de cascos.
Se puso a desarrollar sus propias normas y equipos de prueba. Como fabricante de sombreros, sabía que las personas tienen diferentes formas y tamaños de cabeza, por lo que era necesario desarrollar una gama de cascos que se adaptaran al ajuste perfecto.
La intención de Hirotake Arai no era iniciar un negocio comercial, sino crear cascos que fueran capaces de proteger a sus compañeros. Este es el impulso que sigue existiendo en la empresa Arai hasta el día de hoy.
Los orígenes de Arai
Hirotake Arai, el fundador de Arai Helmet Limited, nació en Tokio en 1905 como hijo mayor de Yuichiroh Arai, que fabricaba sombreros para oficinas gubernamentales y autoridades. En 1937, Hirotake estableció la fábrica en la ciudad de Ohmiya, Saitama, e inició un negocio de fabricación de cascos.
Bajo las siglas H.A, sus iniciales, empezó primero a distribuir cascos de protección para la construcción y similares. Usaba uno de esos cascos para desplazarse en su motocicleta y pronto comenzó a distribuir cascos diseñados para tal propósito, tras recibir la Licencia Japonesa de Estándares Industriales.
Con un mercado todavía por explorar en el país del sol naciente y la creciente demanda de sus productos, Hirotake empezó a construir cascos. Pronto dejaron claro que el proceso artesanal, la atención al detalle y el trabajo más preciso iban a ser un estandarte a la hora de trabajar. Y desde entonces, Arai se asocia justamente a eso: a su calidad.
La expansión por el mundo
El hijo mayor de Hirotake Arai, Michio, había pasado algunos años en Estados Unidos, y pronto se dio cuenta de la importancia de acercar sus productos a otros mercados, como el americano, donde otras marcas dominaban el sector. Hirotake debía abrir su marca al mundo si quería seguir creciendo y Estados Unidos contaba con una fuerte tradición en cuanto a las competiciones de motor.
Con la entrada de la marca japonesa en el mercado norte-americano, Arai se lanzó a conquistar el mundo con una idea muy clara: la seguridad por encima de todo. El desembarco a Europa era el siguiente paso, y con la filosofía que acompañaba la marca, marcó un claro camino en cuanto a los estándares a cumplir, la importancia del proceso de fabricación y del control de calidad.
Los cascos de Arai siguen fabricándose a mano, poniendo la máxima atención al detalle en cada uno de los que se fabrican. Sus empleados siguen un proceso metódico y totalmente artesanal que permite a la marca seguir ofreciendo la mejor calidad. Arai fue galardonada como la mejor marca por los estudios de “J. D. Power and Associates Motorcycle Helmet Satisfaction” desde 1999 a 2011, en las trece votaciones anuales de forma consecutiva.